Es cierto que los músculos no tienen una «fecha de caducidad» en el sentido tradicional del término. Sin embargo, la capacidad de los músculos para funcionar de manera óptima y mantener la fuerza y la masa puede disminuir con la edad si no se toman medidas para contrarrestar este proceso.
A medida que envejecemos, nuestros cuerpos experimentan un fenómeno conocido como sarcopenia, que es la pérdida de masa muscular relacionada con la edad. Esto puede comenzar tan temprano como en nuestros 30 años, pero se acelera después de los 50. La sarcopenia puede llevar a la disminución de la fuerza y la función muscular, y puede afectar la capacidad de una persona para realizar actividades diarias.
Afortunadamente, hay formas de combatir la sarcopenia y mantener la salud muscular a medida que envejecemos. El ejercicio, en particular el entrenamiento de resistencia o levantamiento de pesas, es crucial para mantener la fuerza y la masa muscular. También es importante consumir suficiente proteína y mantener una dieta saludable para apoyar el crecimiento y la reparación muscular.
Además, mantenerse activo y moverse regularmente puede ayudar a preservar la función muscular. Esto no significa necesariamente que tienes que ir al gimnasio o levantar pesas pesadas; actividades como caminar, nadar, yoga, y jardinería también pueden ser beneficiosas.
Así que, aunque los músculos no tienen una «fecha de caducidad», su salud y funcionalidad sí pueden verse afectadas por el paso del tiempo si no se toman medidas para mantenerlos.