Creo que la evidencia apoya la conclusión de que la inactividad física es uno de los problemas de salud pública más importantes del siglo XXI, e incluso puede ser el más importante.
Esto no significa negar la relevancia de otros problemas de salud; y, sin duda, debemos prestar mucha más atención a los hábitos alimentarios saludables, los programas de prevención y cesación del tabaquismo y la atención médica preventiva de vanguardia y basada en la evidencia.
Mi principal preocupación es que muchas personas en la salud pública y la medicina clínica subestiman la importancia crucial de la actividad física.