La respuesta del lactato sanguíneo al ejercicio ha interesado a los fisiólogos durante más de cincuenta años, pero se ha convertido más recientemente en una variable rutinaria a medir en muchos laboratorios de ejercicios como lo es la frecuencia cardíaca. Esta creciente popularidad se debe probablemente a la facilidad de muestreo y la precisión de los analizadores de lactato automatizados. Una revisión de la literatura reciente describe las posibles aplicaciones de las mediciones de lactato para mejorar la tasa de recuperación de ejercicio de alta intensidad.
Fuente: Jacobs, I. Sports Medicine (1986)