El ejercicio de resistencia que se realiza regularmente induce adaptaciones importantes en el músculo esquelético.
Las principales consecuencias metabólicas de las adaptaciones de los músculos a los ejercicios de resistencia son una utilización más lenta de glucógeno muscular y glucosa en la sangre, una mayor dependencia de la oxidación de las grasas, y menos producción de lactato durante el ejercicio de una intensidad dada. Estas adaptaciones juegan un papel importante en la capacidad de realizar ejercicio.